Política
Atropella derechos

El Código de Convivencia Ciudadana de Garro genera rechazo en las organizaciones políticas, sociales y sindicales

El proyecto del Código de Convivencia Ciudadana, que presentó Julio Garro, sigue cosechando críticas.

Por Isaac Quispe Rojas de la redacción de NOVA

El proyecto de ordenanza del Código de Convivencia Ciudadana de la ciudad de La Plata ordenado por el intendente Julio Garro viene generando un fuerte rechazo no solo por la oposición política sino también por los distintos espacios de la sociedad civil platense debido a su aspecto estrictamente represivo.

Según consta en sus más de 340 artículos, de aprobarse, el código sancionaría el lavado de autos en las puertas de las casas, el ladrido de los perros, bajaría las multas a las empresas que contaminan el ambiente. Pero lo que más preocupa es el aspecto persecutorio y prohibitivo de la venta ambulante y de la protesta social.

En ese sentido, las organizaciones de la ciudad vienen organizándose y debatiendo estrategias para que se plantee otro tipo de código que contemple la voz de los vecinos. En ese sentido, las organizaciones tienen previsto una movilización para el 31 de octubre para rechazar la normativa.

Sobre el tema, NOVA pudo dialogar con Damián Brumer del colectivo de derechos humanos La Ciega quien aseguró que el Código de Convivencia “es un claro y absoluto retroceso en términos de derechos y garantías para la sociedad platense”.

Más adelante Brumer aseguró: “Más que establecer normas de convivencia ciudadana, lo que en realidad esconde es un conjunto de normas contravencionales que no son otras cosas que normas penales en sí mismas”. Es decir, es un código que viene a profundizar una política totalmente represiva y persecutoria”.

Desde el Movimiento Evita, Edgardo ‘Turco’ Jalil señaló que “está mucha más penada cualquier actividad pública u ocupación del espacio público para ventas o feria, que cualquier falta que pueda tener una empresa privada”

En otro pasaje de sus declaraciones, Jalil remarcó: “Cualquier código de faltas que se intente plantear y no tenga en cuenta la situación social de su población, claramente no se puede aplicar”. Es un código de faltas, no de convivencia que plantea el aumento de multas, que implicaría que cualquiera que cometa alguna infracción quede detenido”.

Por su parte, Gastón Castagneto presidente del bloque de concejales de Unidad Ciudadana precisó que “hemos hecho un análisis inicial de este código que cuenta con más de 300 artículos” y los puntos agregados son más graves porque implican “la persecución directa a cualquier tipo de persona que se encuentre en una situación de trabajo informal en situación de calle, para poder sobrevivir”.

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