Quería romper un candado para robar y se lastimó las manos: los policías siguieron la huella de la sangre
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Un hombre en situación de calle intentó robar un kiosco de diarios en la zona de la estación de trenes, pero su torpeza lo dejó en evidencia: al romper el candado, se lastimó las manos y dejó un rastro de sangre que permitió a la policía capturarlo.
El hecho ocurrió el domingo en la calle 1, entre 45 y 46, en un kiosco de revistas ubicado en la misma cuadra que la Escuela de Educación Técnica 9. Según testigos, el delincuente, un hombre de 39 años, utilizó una baldosa para forzar la cerradura del comercio.
Vecinos que presenciaron la escena alertaron al 911 sobre el robo en curso. Sin embargo, cuando los efectivos llegaron, el sospechoso ya no estaba en el lugar, aunque encontraron el candado violentado y una baldosa con manchas de sangre.
Siguiendo el rastro, los agentes dieron con el hombre cerca de la estación de trenes, con sus manos ensangrentadas. Al ser interceptado, intentó resistirse, pero fue reducido y detenido.
Al cierre de esta edición, el sujeto fue acusado de tentativa de robo y resistencia a la autoridad, mientras los investigadores intentaban localizar al dueño del kiosco para formalizar la denuncia.