Estudiantes de La Plata demostró nuevamente su capacidad para las grandes finales al vencer categóricamente a Vélez 3-0 en el Estadio Madre de Ciudades, conquistando el Trofeo de Campeones. Este triunfo cierra un año glorioso para el equipo, que ya había alzado la Copa de la Liga en mayo ante el mismo rival. Los goles fueron marcados por Sebastián Boselli, Alexis Manyoma y Guido Carrillo, destacando un rendimiento colectivo sólido.
Desde el inicio, Estudiantes impuso su juego, dominando el mediocampo y generando peligro por las bandas. Boselli abrió el marcador con un cabezazo tras un córner, seguido rápidamente por el tanto de Manyoma en otra jugada de pelota parada. Aunque Vélez intentó reaccionar con llegadas peligrosas, la defensa albirroja y el arquero Mansilla mantuvieron el arco en cero con intervenciones clave.
En el complemento, el Fortín buscó descontar monopolizando la posesión, pero Estudiantes se mostró sólido en defensa y letal al contragolpe. Carrillo sentenció el partido con un gol de cabeza, sellando una victoria contundente. El Pincha celebró su segundo título del año bajo la dirección de Eduardo Domínguez, reafirmando su lugar entre los grandes del fútbol argentino.