En ese entonces, Perón ya contaba con un brazo armado, necesario para enfrentar a sectores poderosos como la oligarquía, el comunismo y otros opositores al movimiento.

Cacho Castro padre, junto a otras figuras como Juan Ferrari y Isabelino Bernechea, Rolando Zanetta, y Juan Bortoletto, tuvo un papel fundamental en la organización y protección del peronismo, incluso en situaciones de alto riesgo, como cuando fueron asignados a la custodia de Perón tras su regreso al país luego de un largo exilio en España, muchos años después.

A nivel local, en La Plata, la situación era tensa. El sindicalismo emergente jugaba un rol clave, con personajes como locales Alberto Proia, Manuel “Toto” Bianchi y Cipriano Reyes, marcando su impronta en la política obrera, como precursores del Kilometro 0.

La ciudad Capital se convirtió en un eje de lucha, con el contexto industrial de Ensenada y la influencia del puerto de La Plata, junto a las masas obreras de Berisso, quienes fueron claves en la epopeya del 17 de Octubre.

Raúl Cacho Castro (padre) sufrió duras persecuciones que siguieron a la caída de Perón en 1955, cuando fue detenido en varias ocasiones. A pesar de la represión, las movilizaciones continuaron y, a partir de 1956, la resistencia peronista tomó la forma de enfrentamientos en puntos estratégicos de La Plata, como el regimiento y la policía, y la toma de servicios públicos.

En el 17 de octubre de 1945, cuando las tropas peronistas marcharon desde el Kilómetro Cero hacia Plaza de Mayo, Cacho Castro padre se encontraba entre los encargados de cuidar de las columnas que se dirigían a la Capital del país.

En una de las imágenes más emblemáticas de ese día, se lo puede ver descansando en la fuente de la Plaza de Mayo y arriando la bandera argentina (ver círculo en la foto) un testimonio visual de su participación activa en ese momento crucial para el movimiento peronista.

Este relato, que cubre varias décadas de historia argentina, revela la importancia de la lealtad al peronismo y la resistencia en tiempos de dictaduras y represión. La memoria de Raúl Cacho Castro (padre) y su familia se convierte en un testimonio vital de una lucha que aún resuena en la historia política del país.

Ya con el General exiliado, en tiempos del golpe de la Revolución Libertadora (fusiladora) la lucha por el regreso de Perón y la recuperación del poder fue intensa y peligrosa.

Cacho Castro padre, fue parte del grupo de peronistas leales, asumió tareas de seguridad y combate, desempeñando un papel destacado en la defensa del movimiento.

Años después, en 1973, cuando Perón regresó al poder, el compromiso de su familia con la causa peronista siguió vigente, enfrentando la persecución y las tensiones políticas de la época.

En el cuarto capítulo, te relataremos el largo exilio de Cacho Castro padre junto a su familia, escapando de las garras del Proceso de Reorganización Nacional, que con Jorge Rafael Videla a la cabeza destituyó al gobierno democrático de Isabel Perón.