Judiciales y Policiales
Exclusivo de NOVA: Capítulo 1

Corrupción en la justicia bonaerense: 11 años perseguido por un doble crimen que no cometió

Declaración en la parte final, año 2010, una persona que apuntaba a Javier, admite que no lo conocía, que lo hicieron acusar, firma del responsable de la DDI. (Foto: NOVA)
Declaración tomada por Cartasegna, donde se nombran a los verdaderos autores del hecho. (Foto: NOVA)

Javier Ronco es oriundo y criado en la ciudad bonaerense de La Plata. Siempre se dedicó a la compra y venta de autos a través de su agencia… Pero un 5 de enero del 2008, su vida de a poco empezaría a dar un giro de 180 grados por culpa de la corrupción de la Justicia local.

En aquella fecha, Javier se encontraría en la costa (tenía los tickets de los peajes, y se le hizo un test de alcoholemia en Dolores), cuando de repente recibió un llamado. En el cual le comunicaron que, a una pareja conocida suya, Carlos Rodríguez y María Martini, les habían intentado robar.

Al momento en que pasa esto, empezó a llamar a todos sus conocidos en común y, automáticamente, sin dudarlo pegó la vuelta para la “Ciudad de las diagonales”.

Una vez en la ciudad, se enteró que la mujer había fallecido y su esposo estaba en el hospital muy grave (terminó muriendo también), así que partió para allí, en donde se encontraría con la familia de las víctimas, y se pondría a su disposición para darles una mano en lo que sea.

Después de allí, saldría rumbo a su agencia, donde alrededor de las 16, supuestamente se acercó personal de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DDI), a comunicarle que iba a tener que presentarse a declarar porque decían que “Carlitos” era su socio.

Javier se presentó a declarar en la DDI con todas sus pruebas. Aquellas que presuntamente indicaban que Carlos “no era su socio”. Hasta ahí estaría claro, y todo vendría bien.

El mundo sabría que no eran socios (el hombre se dedicaría a comprar autos chocados, los reparaba y, luego, vendía). Siendo claros, Javier le compraba, a veces, pero muy lejos de formar una sociedad con él. Así se conocieron, aparentemente.

Algo importante en este caso que conmovió a toda la ciudad de La Plata es que, a todos los que declaraban, se les preguntaría si la persona asesinada había tenido problemas con alguien, si debía plata… Y supuestamente Carlos había tenido problemas en ese entonces con personas del rubro en la localidad y Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Confirmado hasta por sus familiares.

Al quinto día, lo llamaron a Javier a declarar en la Unidad Fiscal de Investigación (UFI) 2, que en ese entonces se encontraría el fiscal Cartasegna, y el doctor Tomás Morán. Amén también de César Melazo (fue el primer juez de la causa). Allí se vieron los rostros y conocieron, aparentemente.

Hasta aquel entonces todo vendría normal, más allá de que el acusado supuestamente notaba la complicidad de miradas de los magistrados, mientras realizaba su declaración.

El 15 de abril de 2014, ordenan la detención de Javier, acusado de doble homicidio, por un hecho que sucedió cuando él se encontraba viajando hacía la costa con su familia.

Desde el año 2009 hasta esa fecha, Javier habría sufrido un montón de atropellos, pedidos de dinero, y hasta a sus clientes, los paraban por la calle para decirle que iban a meterlo preso. Le hacían inspecciones cada 20 días los agentes de la DDI.

El fiscal lo llamaba por teléfono para que se acerque, y siempre le preguntaba y repetía si el hombre fallecido robaba… Si sabía en dónde estaba su dinero…

Este relato continuará, y lo iremos desarrollando cada semana en NOVA. Mostrando toda la verdad de esta causa y de la “Megabanda de Melazo”.

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