Política

Explotó el peronismo cuando trascendió que un "garrista" sería director municipal

Se trata de Mauricio Castro, quien fue nombrado al frente del área de Colectividades de La Plata.
Castro venía ocupando cargos en Delegaciones, Secretarías y áreas sensibles, mientras que, hasta diciembre tenían una opinión diferente sobre Julio Alak.
Un camaleón que pasó desde el bruerismo al macrismo y ahora volvió a mimetizarse con el peronismo.
Castro evidentemente tomó como frase de cabecera la vieja máxima de Groucho Marx: “Estos son mis principios, si no le gusta… tengo otros”.

El peronismo local se encuentra sacudido, por estas horas, no solamente con lo que ocurre a nivel partidario con la intención de Cristina Fernández de Kirchner a la presidencia partidaria, postergando de alguna manera las intenciones de Axel Kicilof de barrer con los grupos más afines al kirchnerismo, sino que también, con las decisiones que viene llevando adelante Julio Alak postergando a estos mismos sectores y nombrando dirigentes que hasta diciembre de 2023 estuvieron con Julio Garro.

Según comentaron fuentes confiables, la decisión de nombrar a Mauricio Castro como director en el área de Colectividades de La Plata, ya fue tomada y de esta manera el Ejecutivo local blanquearía la posición de un opositor que continuó siendo parte del Municipio con la nueva gestión.

La cuestión de ir emparejando con lo anterior no es nueva en la gestión de Julio Alak, debido a su vuelco en muchas delegaciones comunales que, desde que asumió, estuvieron con doble comando. Por un lado, el nuevo administrador o administradora y, por el otro, el delegado saliente de la gestión de Julio Garro que, en algunos casos, aún siguen operando desde las sombras.

No solamente desde La Cámpora se oyeron voces de repudio. Muchos referentes comentaron que la elección de funcionarios vinculados a Juntos por el Cambio termina siendo una afrenta a los cientos de militantes que trabajaron para que Julio Alak sea el Intendente.

De todas formas, el cargo será anunciado en las próximas horas de manera oficial, porque como ya se adelantó, Castro venía articulando con el oficialismo de la misma manera que infinidad de “voluntarios” que se quedaron en la nueva gestión. Como se dijo, ocupan cargos en Delegaciones, Secretarías y áreas sensibles, mientras que, hasta diciembre tenían una opinión diferente sobre Julio Alak.

Como lo expresó en su momento, Mauricio Castro, el elegido quién posteaba en Twitter a fines del 2023: “Alak fundió el Banco Municipal, destrozó el sistema de transporte, quiso echar al Pincha y al Lobo de sus canchas… Además, como ministro de Justicia guarda un silencio ruidoso del Caso Chocolate… Mamita, es el tren fantasma”.

Existe una versión que el cargo sería una especie de gesto político por parte del alakismo a un sector, no garrista, que de cierta forma, “con la mano o con el traste”, viene favoreciendo las votaciones en el Concejo Deliberante en favor de los deseos de Julio Alak.

Por lo tanto, la elección de Castro no vendría por el lado de su vinculación con las colectividades sino como un acuerdo político de aquellos que se cierran en la trastienda. El dirigente del PRO, o que era del PRO, había quedado cobijado bajo el manto de Julieta Quintero Chasman, hoy legisladora provincial, por lo que no se trata de un desamparado político, en lo que a contención se refiere, lo cual podría llegar a cuadrar en un acuerdo de intenciones entre aquellos que no quieren que vuelva Julio Garro.

Mauricio Castro tiene sus raíces en el peronismo y su familia en trabajar para el Estado, debido a su su mamá trabajó en el Palacio Municipal hasta jubilarse, sus hermanas también estuvieron vinculadas a la gestión, una trabajó en Ceremonial de Pablo Bruera intendente, y la otra en el Senado provincial, y su vinculación al PRO llegó a través de contactos del Colegio San Luis.

Su legado “marista” lo vinculó con Cambiemos y lo llevó a meter la remera de Perón y Evita en el baúl del sótano para defender los intereses de Mauricio Macri, María Eugenia Vidal, Patricia Bullrich, Garro y toda la verba que conlleva acompañar dichos, declaraciones, afirmaciones, y compartir posteos de la fuerza política a la cual representaba.

Con las vueltas de la vida, aquel antiguo militante del bruerismo, convertido al garrismo, sacó a relucir la vieja frase de Groucho Marx al afirmar: “Estos son mis principios, si no le gusta… tengo otros” y ahora apunta a convertirse en director municipal.

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