Miro el Palacio Municipal y pienso en estos dos personajes que demuestran que en el fútbol, como en la política, Boca y River pueden llegar a jugar juntos. Mientras repaso los datos, se me viene a la cabeza una situación reciente: “Como le digo a mi mujer, que ya no la quiero más, que otra ocupa su lugar, que vivir sin ti no puedo” se escuchó en las últimas horas acompañando la imagen de la despedida de Daniel “La Tota” Santillán, quien murió en en un “accidente” hogareño.

Es un tema compuesto por Sergio Yanotti para que lo cante el artista “El Àngel” habla sobre el amor prohibido entre dos personas comprometidas y finalmente acompañó en su exitosa carrera al “Potro” Rodrigo, y por su puesto a la Tota (QEPD), el presentador de Pasión de Sábado y del cuartetero cordobés, célebre miembro criollo del club de los 27.

Yanotti vive y quizás algún día tome lo que hoy le pasa a un “apuesto” y encumbrado concejal platense con fama de seductor que estaría cortejando a una bella mujer que no es de su espacio político. Este muchacho no suele tomar “Concejo” y ha comido muy bien en su lugar de trabajo, si de affaires se trata, claro está

La dama en cuestión tiene como jefe político al titular del sindicato de municipales de La Plata, Darío Alfano, quien negocia su pase a las filas de UP en el CD platense.

El viste la camiseta amarilla del PRO: se trata de un edil platense. “Esta historia se sabe desde hace tiempo”, me digo, mientras miro cómo los jóvenes que se ratearon del colegio juegan en la plaza, centro neurálgico de la capital bonaerense.

“Ellos parecen ser como el agua y el aceite. Pero se visitan, se ven”, recordé mencionar a mi informante hace un puñado de semanas. Los que la conocen a ella la podrían empatizar como a él porque tampoco toma “Consejo”.

Mi fuente también me había descrito: “Si esto fuera fútbol se puede decir que el referente de ella estuvo cercana a un equipo que jugó en primera y que se fue al descenso. Pero que, por estas horas, están cerrando su paso a primera. El joven también descendió y se lo mencionó para volver a primera y, aunque es muy díscolo, dicen que se quedó para pelear el ascenso porque tiene muchas ganas de encabezar…”

“Promiscuidad y voracidad política”, pienso, mientras entono mirando al sol:

¿Cómo le digo a mi mujer que ya no la quiero más, que otra ocupa su lugar, qué vivir sin ti no puedo?