El “debate” se iniciò por un pedido de repudio a la polémica declaración del ministro de Seguridad del albertismo, Anìbal Fernàndez, quien hablò de “las calles regadas de sangre” en caso de una derrota del peronismo en las urnas. Fue presentado por el titular de la bancada de Juntos, el radical Diego Rovella, y terminò en comisiòn -lo que equivale a decir en “un cajòn”-, pero alcanzó para encender la chispa.

Se sumó a la voz de Rovella su par Verónica Rivas -responden a una misma línea del radicalismo, que está segmentado-, quien aseguró que quienes se quejan de los discursos que generan violencia y odio también propagan esos mismos relatos. “Qué es lo que dijo el ministro”, se preguntó.

Desde el peronismo, que viene de criticar al Ejecutivo en duros términos por las formas y el contenido de la rendición, el edil del albertismo -responde a Victoria Tolosa Paz- Juan Manuel Granillo Fernández le tiró al radicalismo la triste efeméride del 20 de diciembre del 2001, que tuvo como saldo trágico muertos en plaza de Mayo y en el resto del país en el marco de la caída de la Alianza encabezada por el ex presidente Fernando De la Rúa.

Hubo varias voces en el recinto, típico del folclore deliberativo. Una de ellas, la de la concejal Romina Cayón, quien se manifestó ·”sorprendida” por los dichos del ex intendente de Quilmes y aseguró que "la gente se dio cuenta de muchas cosas", además de cuestionar a los que "tiraron piedras y ahora no dicen nada", y asegurar que la oposición "va a ganar las elecciones".

A pesar de las rispideces, hubo tiempo para el tradicional segmento de homenajes y distinciones. En este caso, se declaró como “personalidad destacada de la cultura” local a César Arrondo, historiador y docente de la Facultad de Humanidades y de la de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata.