Nadie quiere estar con el bolichero acosador: la JPRO se cansó de los maltratos de Fernando Ponce y le soltaron la mano
Lejos está de olvidarse aquellos hechos del 2016, 2017 y 2018 que generaron diversos escándalos en el entramado político y social de la ciudad de La Plata, en donde Fernando Ponce fue denunciado por una joven militante, de acoso sexual.
Lamentablemente, el acosador de Fernando Ponce sigue dando vueltas en la órbita de Juntos, esperando que se olviden de los actos impuros que cometió y, esta vez, quien cerró la puerta en su cara deseando no volver a ver su rostro, es Julieta Quinteros Chasman.
Este hecho, demuestra que no solo los jóvenes militantes están cansados de los maltratos de aquel personaje que alguna vez supo dirigir la presidencia del Concejo Deliberante en los primeros años de gestión de Julio Garro.
En este caso,Fernando Ponce, volvió a quedar en el centro de la política platense por nuevas denuncias de violencia y abuso, esta vez dentro de la JPRO que conduce hace 15 años.
La situación quedó en evidencia tras la salida de la diputada provincial de Juntos, Julieta Quintero, del espacio. Lo cual desencadenó una serie de conjeturas y suposiciones acerca del rol “oculto” de Ponce, quien a pesar de no tener un cargo efectivo los últimos años “ha vivido” de la política.
En un texto compartido a través de un grupo de WhatsApp interno, Quintero anunció su salida, la cual según se explicó, se dio tras varios intentos por buscar cambiar el curso de las cosas pero no lograr intermediar sobre todo ante las malas formas de Ponce.
“Hola a todos, lamento haber estado ausente por varios días, así como lamento muchas otras cosas que quizás algún día podamos conversar. Yo creo en la política, en las personas, en hacerlo con sentimiento, con convencimiento, con gente que además de compartir valores, también se compartan las formas, las maneras, el vivir esto con alegría y responsabilidad, entendiendo que las peleas profundas que enfrentamos nos necesitan fuertes, coherentes y por sobre todo con libertad”, dijo Quintero en su mensaje.
En ese sentido, añadió: “Para ser, para elegir, para cuestionar, para vivir lo que elegimos con la conciencia tranquila de saber lo que se siente dar todo por esto y al mismo tiempo que estamos siendo la mejor versión de nosotros mismos durante todo el camino. Yo estoy convencida de que mucho de todo eso es posible”.
“Lamentablemente y pese a muchas veces pensarlo, aguantar y reflexionarlo, con un dolor enorme tengo que contarles que por diferencias de conducción que se han vuelto gigantes con el paso de las últimas horas, me toca a mí decir hasta pronto. No dudo de que a todos los que amamos esto, el camino nos volverá a encontrar. Yo no voy a dejar de hacer política, y por compartir todos los valores que nos representan y compartimos, no duden que desde donde sea voy a estar para ustedes”, sostuvo.
Julieta Quintero Chasman también remarcó antes de abandonar el grupo: “Espero que no tengan miedo de animarse a pensar que quizás tengo motivos que por cariño y respeto a personas que quiero y voy a querer siempre de este grupo, requieren de unos días de calma porque muchos no la estamos pasando bien y sepan que estaré para responder las preguntas de quienes lo necesiten. No lo duden, el presente lo estamos construyendo y el futuro es nuestro, de los pibes! Los quiero mucho”.
Como consecuencia de esa salida, la Juventud PRO La Plata volvió a quedar en el centro de la política local, y las miradas se posaron sobre la figura de Fernando Ponce, quien si bien sostenía un perfil más bajo tras haber tenido que abandonar años atrás el Concejo Deliberante de La Plata por denuncias de acoso laboral y abuso, retenía una cuota alta de poder en el gabinete.
Tras la salida de Quintero se espera la conformación de un nuevo espacio dentro del “garrismo”, o por estas horas se hablaba sobre la posibilidad de que Ponce abandone finalmente la política.
En ese marco, muchos se preguntan cuál será la postura que tomen otros dirigentes ungidos del riñón de la Juventud PRO, tal es el caso del secretario de Participación Ciudadana, Agustín Scotti y la concejal del Juntos, Romina Cayón. Quiénes podrían terminar de inclinar la balanza acerca del futuro del ex concejal tras este nuevo escándalo que lo tiene como protagonista.
¿Quién es Fernando Ponce, el bolichero acosador?
Ponce fue denunciado por una empleada del Concejo Deliberante por maltrato laboral y acoso sexual, lo cual derivó en si aparcamiento de la presidencia del Concejo Deliberante de La Plata y el inicio de su debacle política.
Durante el 2017 y 2018 empezaron a caer denuncias por "abuso sexual" e "injurias en el marco de la violencia contra la mujer”, sumadas a cortocircuitos políticos con los bloques opositores y dentro del propio oficialismo, dejaron sin margen de acción a Ponce, que continuará su mandato como concejal raso y se abocará a temas de campaña.
Ponce había sido denunciado por la edil kirchnerista en aquel momento, Victoria Tolosa Paz luego de un fuerte cruce entre ambos en el recinto y después por una ex empleada del Concejo por supuesto abuso sexual.
El aumento de la dieta de los ediles -en la última sesión del 2018, cuando se aprobó el presupuesto- sin el consentimiento del propio intendente -que vetó el incremento salarial- terminó de sellar la suerte del ex referente de la juventud PRO, en pleno inicio del año electoral.
Tras estos actos y la denuncia que le carcomía la cabeza, decidió tomarse licencia, cuando en realidad tomó esa decisión para alejarse de lo que fue la denuncia de Annabella Beltrachini, una ex trabajadora del Concejo Deliberante por un supuesto caso de acoso, el cual él rechazó por considerar que fue “armado políticamente” y le apuntó a la concejal K, Victoria Tolosa Paz.
Por último, recordemos que la presentación de la denucnia fue ante la fiscalía número 16 a cargo de Juan Cruz Condomí Alcorta, la joven hizo un pormenorizado relato del momento en que, según denunció, el edil quiso obligarla a practicarle sexo oral, luego de que ella y una compañera ingresaran a su despacho y fueran encerradas con llave.
El relato que hizo la joven Annabella Beltrachini, fue una ampliación de la denuncia que hizo pública el día anterior a través de su Facebook. “No me callo más”, fue el título con el que encabezó el posteo contra uno de los hombres clave en el armado político del intendente platense, Julio Garro, que ratificó y amplió en la justicia acompañada por distintas organizaciones, entre ellas, Mujeres Platenses Unidas (MPU).
“Antes de sentarse en el sillón, se bajó los pantalones y el calzoncillo (que no recuerdo si lo tenía, sólo lo deduzco) y se quedó con sus genitales al descubierto. Nos hizo un gesto como mostrando su pene, el cual tenía una leve erección y me dijo (no recuerdo que haya hablado en plural), ‘vení chupámela’. Yo le dije con el cuerpo que no (me tensé, moví la cabeza en negación) y luego diciendo que no. Él se adelantó hacia mí, y pasando su mano por detrás de mi cabeza, intentó atraerme hacia él y bajar mi cabeza para que yo le hiciera sexo oral. Me corrí y nuevamente lo intentó. Ya angustiada y muy nerviosa le dije que me quería ir. Se adelantó a la salida por la puerta y me dijo que no. Le dije que me dejara salir, yo tenía el celular en la mano (con el mensaje a mi amigo). Él me agarró el celular y lo lanzó hacia el sillón. Miré ese lanzamiento de mi celular y no sé qué le dije, pero dio lugar a que él me respondiera, como gesto de poder, que él podía comprarme otro. Finalmente, y tras ese momento de tensión, abre la llave y yo salgo”, detalló la joven que tenía 19 años cuando ocurrió el hecho.
La abogada Carolina Espinosa, quien acompañó a la joven a presentar la denuncia, no como letrada patrocinante sino como integrante del colectivo de mujeres MPU, explicó que Annabella “trabajó en el municipio entre abril y noviembre de 2017 haciendo encuestas. Era su primer trabajo, y terminó renunciando por la violencia de la situación”. “Ella contó primero su historia en Facebook, a partir de ahí decide ponerse en contacto con nosotras y varios colectivos para ver cómo la podíamos ayudar. Le creemos y por eso la acompañamos a hacer la denuncia”.
La perturbación para la joven, según consta en la presentación, habría comenzado a los pocos días de comenzar a trabajar en el Palacio Municipal. La denuncia de Beltrachini se suma a la de otra trabajadora municipal, Sofía Montirón, quien en octubre lo denunció por acoso a través de Instagram: “Me insististe en que te diera bola (sic), que era re linda, que estaba re buena. Te pusiste al lado mío y me seguiste insistiendo como hacés con todas las minas que están ahí, que las sometés”.
De este modo, todo hace pensar que Fernando Ponce está solo en el camino de la política, mientras se espera la decisión de los demás dirigentes y militantes de la Juventud Pro de La Plata. Mientras tanto, el ex presidente del Concejo Deliberante, sigue su vida como si nada, al lado de su joven novia, quien lo acompaña incondicionalmente.